Una de las dueñas de las Hermanas Tontaslastres me invita a ir a una fiesta.
Vente, que vamos a celebrar la salida del primero numero de nuestro fanzine fotográfico
Me da las señas y haciendo un alarde de autocontrol me abstengo de precisarle que, técnicamente, si el tinglado consiste en ir a un bar y pagarme yo las copas sin tan siquiera una triste rebaja, eso ni es una invitación ni es una fiesta ni es ná. Y que si todos son profesionales del medio, la revista seria un prozine. Ganas de ser cutre tiene la gente.
Como fuere que me temía un ambiente apagado, comento el tema con mi Fiel Escudero y con una Nínfula parcialmente adolescente, por si se animasen a venir a tan cultural sarao. Sancho Panza dice que nones pero la ninfula se anima. Mejor, nada hace más por mi reputación de crápula que aparecer en un sitio lleno de treintañeros con una teenager del brazo.
El sitio, a medio camino entre Lavapies y La Latina, tiene una pinta cool. Nada mas entrar, un cartel nos recuerda que el Ayuntamiento quiere acabar con la cultura, quemar el Museo del Prado y devorar niños, empezando su malévolo plan por cerrar este ejemplar garito en el que nos adentrábamos. Franqueada la puerta lo primero que veo es una multitud de gente tan cool como el bar. O más. Todos muy bohemios. Personalmente, yo llevaba unas pintas portada-de-disco-de-los-Clash más que apropiadas. A la derecha, un rincón iluminado con una librería y un tipo sentado en un taburete, leyendo. Me lo señala la nínfula sorprendida. No temas. No tienes que leer si no quieres, le digo. Pero no me oye, y estoy seguro de que mi bolsa escrotal lo agradece.
Adentrándonos, veo caras familiares. Lo justito para saludarlas y cruzar dos o tres cordialidades, pero no lo suficiente como para entablar conversación. To the Barra, young lass le digo a la moza, y a pedir que vamos. Comprare los fanzines que haga falta, pero no sin haberme intoxicado antes un poco.
Primera sorpresa: copas de buena marca a 3.5 lerus. Y hubo gran regocijo.
Segunda sorpresa: una morena de buen ver se acerca con los brazos levantados a la barra, gritando mi nombre.
No me suena, no la ubico, pero la tía viene gritándome que estoy igual. ¿Igual que qué? O mejor ¿igual que cuando? Porque parecerse a uno mismo puede ser genial o desastroso dependiendo de en que día te conocieron. Llega y se identifica mientras me abraza. Es una tía a la que no veo hace 11 años, desde que me expulsaron de la Residencia de Estudiantes donde estudiaba en Valladolid. 11 años y la tía me ha reconocido a medio bar de distancia, en penumbra y con humo. Os imaginareis que esto me alegró la semana. Hablamos un rato, no me da su teléfono, asumo que porque yo iba en compañía femenina, pero me da los suficientes detalles de su trabajo como para que localizarla sea muy sencillo. Lo dicho, una alegría.
En el escueto escenario hay unos tipos gritándose cosas sobre la muerte y el pie de atleta. Yo no presto atención, pero la nínfula si que pilla algo. Tremendo. Más amigos, más caras conocidas. Te conozco me dice una chica muy delgada con los ojos enormes. Me lo dice de una manera que casi me da susto. De la exposición de hace año y medio en... ya caigo, esta es la profesora de Yoga que le ponía los cuernos a su novio con un amigo mío. El novio era tan gilipollas que logro en menos de cinco minutos que todos deseáramos que además de cuernos pillase una gonorrea. A ella estoy tentado de aconsejarle que abandone lo macrobiótico, porque aquella otra vez estaba mucho más mona, cuando no se le veían los huesos. Van dos que me reconocen esta noche. Eres popular me dice Avril Lavigne mientras se bebe un vodka a palo seco.
Tercera sorpresa: esta vez es un tío moreno el que se me acerca, señalándome y sonriendo. Me suena, pero poco, otro fantasma del pasado. Esta vez de hace cuatro años, en otra universidad distinta. Me dice de qué me conoce y aun no le sitúo. Es decir, si, me conoce y tenemos amigos comunes. Pero es que el sabe como me llamo, que estudio y hasta los locales por donde salía, y yo no recuerdo nada de el. ¿Soy memorable o desmemoriado? El caso es que este si me da su teléfono y prometemos llamarnos. Un palo.
Compramos el fanzine, saludamos a más gente, autores incluidos, y anuncian un corto ganador de nosequé certamen cordobés. Todos calladitos que ya empieza.
Títulos sobre negro y plano corto de una cucaracha. Voz en off.
Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian...
A la cucaracha le han hecho algo, porque se retuerce en el suelo sin ser capaz de ponerse del derecho.
Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian...
La voz en off sigue, la cucaracha también. Oigo a una tía a la que me acaban de presentar decir Este tío es genial. Todos sus trabajos son geniales.... Me callo pero la zagala que me acompaña ya esta empezando a descacharrarse.
Soy el ánimo vacío de Raquel, Soy lo que le falta a Miguel, Soy el grito de socorro de Marta. Soy el plano subjetivo de Christian...
Y la pobre cucaracha sigue retorciéndose. Trato de contarle las patas a ver cuantas le faltan. Pero debe ser la marihuana que le falta porque están todas, al menos para lo que da de sí mi entomología a la 1 de la noche y parcialmente alcoholizado.
Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian. Soy el plano subjetivo de Christian...
20 minutos de "corto" y Christian no se ha olvidado de mentar a sus amigos en un buen rato y yo solo puedo pensar en que menudo maricón hace falta ser para tullir a un bicho para hacer esa mierda de corto. La gente hace mas ruido ante la indignación de los fieles, como la tía de antes. La barra se vuelve a llenar. El autor, que ha presentado el corto, esta de pie junto a la pantalla de proyección con la sonrisa congelada mientras la gente mata la imagen de la cucaracha en su cerebro con alcohol.
Procuro olvidar yo también y propongo irnos a otro bar, habiendo ya cumplido con el compromiso. Según nos vamos, la pucelana se agita en la lejanía y rauda se abre paso hacia nosotros. Cuando llega a nuestro lado nos señala, hace pause y arranca...
Soy el plano subjetivo de Christian, Soy el plano subjetivo de Christian, Soy el plano subjetivo de Christian...
Lo dicho, tengo que llamar a esta tía.
El Hombre Malo pisoteó nuestros corazones en 12 de Noviembre 2004 a las 05:05 AMCon un mandril sacandose un kiko el mensaje habría quedado muchísimo más claro...
Somófrates ha osado. 12 de Noviembre 2004 a las 09:53 AMVas a ser el plano sin huevos de Porras, vas a ser el plano sin huevos de Porras, vas a ser el plano sin huevos de Porras...
Lo sé, tendré que pillarte sedao o semiinconsciente, pero meterte cosas (alcohol, mayormente...) por la boca no creo que suponga un problema.
Me fascina el arte moderno. Por mucho que la gente diga a mí me parece de los mayores logros de la humanidad, junto con la religión.
Sacar TANTO dinero a base de vender mierda o directamente nada...
Que bueno, no se si el tío ese ganó algo con ese corto, pero desde luego lo vale.
Nadie lo ha entendido...
Aquí lo realmente importante es la 2ª sorpresa y que el Porras se está encoñando/se ha encoñado/le gustaría encoñarse.
... Y Avril Lavigne jodiéndolo todo, ya que sin su presencia, Papi Po hubiera tenido una excusa para pasar la velada con la morena.
¿Es que ya nadie lee entre lineas o qué?
Gablin ha osado. 3 de Diciembre 2004 a las 09:07 PMSoy el tipo que hizo ese corto. Lo juro. Y estoy de acuerdo en todo. Qué fuerte encontrarme con esto casi 10 años después. Qué fuerte.
hontosam ha osado. 8 de Mayo 2012 a las 04:44 PMSoy el tipo que hizo ese corto. Lo juro. Y estoy de acuerdo en todo. Qué fuerte encontrarme con esto casi 10 años después.
hontosam ha osado. 8 de Mayo 2012 a las 04:45 PM