background="http://maldad.zonalibre.org/archives/santafe.bmp" width="1000" height="620" border="0" bgproperties="fixed">

19 de Octubre 2004

Matutina adaptable

Autobús, 7.25 de la mañana.

Enfrascado en mi estupor matutino, que refuerzo a base de decibelios, voy en pos de ese paradigma de la educación que es mi universidad. En el periódico, todo lleno de noticias malas. Malísimas. Catastróficas. Lo ojeo, por tanto, complacido en mi cotidianeidad. Es entonces cuando sobreviene el desastre.

Las baterías del aparato empiezan a renquear, y el machaqueo popistico de los Flechazos se torna tartamudeo incoherente. Apago el aparato y cambio las pilas, y me doy cuenta... Sentada a mi lado, una mujer con la cabeza cubierta. “No puede ser” me digo. Compruebo los rasgos y confirmo mis peores sospechas. “Dios mío, una magrebí sentada a mi lado... ¡¡con Hiyab!!!”

Ensimismado como estaba, no noté que se había sentado junto a mi ese pérfido ejemplo de cultura invasora. Solo con mirar ese pañuelo, notaba dos mil años (o quizás mas) de cultura greco-latina-judeo-cristiana deslizarse sobre mi piel en franca retirada ante el avance integrista. “¿Cómo puede atreverse esta miserable y pobre oprimida mujer proveniente de un patriarcado feudal a poner en jaque mis raíces con ese atuendo?” De la sorpresa pasaba a la indignación rápidamente. Y la dichosa pila sin entrar.

Es ahí cuando caí en la cuenta. Un sudor frío se apodero de mi civilizado y europeo cuerpo. Me palpe la barbilla “¡Voto a tal, qué barba!” Todo empezaba a encajar. La pérfida jezabel cincuentona me había confundido, por la barba, con uno de sus adorados mártires, y por eso se sentó junto a mí. Pero si ella pensó eso...

Efectivamente... notaba los ojos de medio autobús clavados en mi nuca. Todos pensaban que yo era un terrorista islámico y además musulmán. Adivinaba que aquel subsahariano no era tal, sino un mucho mas honroso afro americano de la CIA. Esa rubia es una experta cazadora de chechenos a sueldo de Putin. “¿Me interrogara?” me pregunte lascivo. Y esa maruja, con esa nariz... Mossad seguro. Me sentí rodeado, cada conversación una posible clave para capturarme y hacerme revelar el nombre de los demás miembros de mi célula

“¿Delatar? ¿Yo? ¡Jamás!” pensé desafiante. " Antes me inmolo en una orgía de apuntes de Tipología Estructural que ceder a las presiones del Occidente infiel” musité mientras apretaba con fuerza mi cartera contra el pecho. Para darme fuerzas evoqué la memoria de mi tía-abuela, de riguroso luto y con la cabeza cubierta, como esta mandado... en Calasparra. “Jamás podrán vencernos” le decía a la Chacha, cuando la pila por fin encajó en el angosto hueco que le asigno Sony, y la voz de Patricia de Los Romeos cantándome que la pegase me devolvió a mi agradable absentismo cognoscitivo.

Aun así, estoy seguro de que he visto a la del Mossad espiándome desde un portal cuando volvía a casa. Tengo que afeitarme

El Hombre Malo pisoteó nuestros corazones en 19 de Octubre 2004 a las 03:24 AM
Comments

Pero si tu piel posee las propiedades pigmentarias del cangrejo...
¡Y eres rubio!

Somófrates ha osado. 19 de Octubre 2004 a las 12:40 PM

....tienes una piel que pasaría por un sirio sin problemas, seguro, y lo de la barba (rubia), creo que por aquellos llindes está muy visto, si....
y lo que me trae este post tuyo a la memoria, conversaciones a grito pelado, rebatir ideas, discutir puntos de vista, tratar de evangelizar al pueblo llano....todo eso para que ahora te desmarques por estos derroteros.....en fin, seguro que todo esto era para explicar porque te tienes que afeitar,para dar una excusa a tu pelambrera facial

willy ha osado. 20 de Octubre 2004 a las 05:17 PM
Enfréntate al Hombre Malo por tu cuenta y riesgo