Hay muchos motivos para dejar de escribir en tu blog por una temporada. Cansancio, hartazgo, no tener que decir, depresión, perdida de servicio de Internet, abducciones, sectas, encontrar novia... El mío viene a ser porque no me sale de los cojones. Esto es, todos los anteriores menos el de la novia.
¿Y en que ha ocupado su tiempo el Hombre Malo en esas semanas sin escribir? En nada. Absolutamente nada. Cero. Nil. Niente. Me he tocado el escroto a dos manos, he descargado porno y capítulos de la serie en imagen real de Sailor Moon (si pensáis que no va con mi imagen es que aun no habéis visto este engendro), me he visto siete veces el capitulo musical de Buffy y al no ser suficiente me he descargado la banda sonora entera. La experiencia cultural más enriquecedora de estas ultimas semanas ha sido el visionado de Ong Bak. No, no es arte y ensayo tailandés, es una película de ostias a mansalva.
La he visto dos veces.
La contemplación del propio ombligo no es nueva para mí, pero pocas veces ha estado tan carente de significado. Los plazos que me he ido marcando para terminar asuntos me los he ido comiendo, mojados en salsa, mientras veía reposiciones de Aquí no hay quien viva. Cualquier cosa por no pensar, digo yo.
Uno sabe que pierde el tiempo deliberadamente cuando empieza a seguir series en las que antes no parabas ni cinco minutos. Lo llamo el Síndrome de Veraneo Televisivo. El caso es que yo he multiplicado mis horas de tele diarias por cuatro. Había logrado dejar bastante aparcada la tele; no más de diez o doce horas semanales, descontando telediarios, que los veo mientras como. Ahora recuerdo por que. La sensación de no haber hecho nada en absoluto es abrumadora, la actividad cerebral prácticamente nula. Vuelvo a ver la tele en lugar de ver los programas que emiten. El vicio de mi generación.
Me propongo romper esta racha, pero me da pereza. Supongo que seréis los primeros en saberlo cuando lo haga.
¿Pero tú cuándo has tenido actividad cerebral, gañán?
Somófrates ha osado. 4 de Enero 2005 a las 10:21 AMDespués de leer el post, al final, en vez de "Lo escribió después de los dolores El Hombre Malo" he leído "Lo escribió tocándose los cojones El Hombre Malo".
Te lo juro.