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22 de Septiembre 2004

Superación personal

- Hola, buenos días. Mi nombre es El Hombre Malo y soy una persona.

(Todos a coro) ¡Hola Hombre Malo!

- Hace mucho que empecé a ser persona. Al principio fue casi sin querer, obedecía a la maestra de parvulitos mas por la amenaza de la fuerza que por otra cosa, pero pronto lo hice por costumbre, por automatismo. Caí en el habito.

(Murmullos de comprensión entre la concurrencia)

- Pero no dejaba de ser algo impuesto, algo de lo que me despojaba cada vez que salía de aquel ambiente. “Donde fueres...” que dicen. En cuanto estaba a mi aire un par de días volvía a la senda recta. Pero como ya sabéis todos, del habito a la adicción hay un paso muy corto. Yo soy...era fuerte, pero me pudieron...las malas compañías

(Se lleva la mano a los ojos, le cuesta seguir. De nuevo murmullos de aprobación y algún “¡Animo!” “¡Te entendemos!”)

- Sin darme ni cuenta empecé a seguir un horario, a respetar las jerarquías y a rodearme de otras victimas como yo de esta lacra de nuestros tiempos. A las 8.30 entraba a clase, a las 11 recreo, donde me entregaba a practicas deportivas sudorosas que me integraban mas en el grupo y hacían aun mas hondo el pozo en el que me hundía. Ya no era yo, solo era un...un...una persona (escupe la palabra, pausa, bebe agua, sigue) Pase muchos años en ese estado. Solo a veces tenia atisbos de lo que debería ser mi vida, pero lo necesitaba, tenia que entregarme a la anodina y cálida sensación de pertenencia. No solo era una persona, sino que me esforzaba por ser una buena persona. Así de bajo caí, compañeros.

(Alguno entre el publico mira hacia abajo, se nota que conocen el tema y aun les duele recordar)

- Fue en la universidad cuando me di cuenta que no podía seguir así. No podía dejarme de ese modo. Un hombre adulto no se puede dejar llevar por la presión de grupo de ese modo. Pero ¿qué hacer? ¿dónde buscar consejo? Al principio intente contar tan solo con mi fuerza de voluntad. Logre pasarme hasta dos semanas como un verdadero misántropo, mas no era suficiente, sin pensarlo le sujetaba la puerta a una anciana hijadeputa del portal ¡Incluso le sonreía mientras le deseaba buen día!

(mueca de disgusto en la cara de algún espectador)

- Lo siguiente fue medicarme. Ingería grandes dosis de alcohol con el fin de reavivar los instintos que me harían un hombre completo y sano. Por una temporada eso surtió efecto, pero, amigos, tantos años de ser persona me habían dejado muy mal enseñado, e incluso bebido resultaba ser un tipo bastante decente. Por inercia durante el estupor etílico veía fútbol con mis amigos (que trataban tan desesperadamente como yo de dejar de ser personas, con idénticos resultados)..

( “Dinos ¿qué hiciste?” grita uno. El publico empieza a animarse)

- Fue entonces cuando encontré a la Asociación. Al principio creí que se trataba tan solo de otros grupos con grandes ideas pero poco conocimiento del problema, pero cuando me explicaron su plan de doce pasos, comprendí que podía funcionar. Hable con gente que, como yo, había sido persona desde la infancia ¡Y habían logrado dejar de serlo!

( “¡Aleluya!” grita uno “¡Así se hace!” grita otro)

- Hoy puedo decir que sigo teniendo muchos problemas. Aun se me escapa la mano como para sujetarle la puerta a las damas y siento esa quemazón en la boca del estomago, como de...culpa, cuando veo a una embarazada de pie en el autobús. Pero llevo ya dos años sin cederle el asiento a nadie. El otro día incluso le eche una carrera a uno con muletas y me quede yo con el ultimo sitio libre del autobús. Tras su mirada de odio inducida por su habito a ser persona, puede ver que me envidiaba. De haber tenido alguna. Le habría dado una tarjeta de la asociación.

(un tipo sonriente hace una señal desde un lateral del escenario)

- ...Si, termino. (tose, bebe agua) Compañeros, hoy por fin veo la luz al final del túnel. Y la luz emana de una mansión en el trópico repleta de esclavas sexuales, todo pagado por el trafico de órganos. Hoy, compañeros, puedo decir que soy persona, pero que gracias a Personas Anónimas pronto dejare de serlo.

(Vítores y mas ánimos. Saluda, sonríe, baja del estrado y da la mano a un par de sujetos, alguno con evidentes síntomas de ser aun demasiado persona. Sube un nuevo orador a dar testimonio.)

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El Hombre Malo pisoteó nuestros corazones en 22 de Septiembre 2004 a las 04:12 AM
Comments

Contaría yo mi sórdida historia, no ya de persona, sino de buen ciudadano y miembro de la sociedad, incluso. Pero me temo que aún no estoy preparado para afrontar mi pasado.

Baste decir que el día que me llevé sin pagar una chocolatina de la tienda de chuches, un nuevo mundo de salvación redentora comenzó a asomar a mi vida.

Además, el mundo está lleno de Thiefs, de Sufridos, de Benders, y demás adminículos con los que alcanzar la autorrealización... y de tailandesas capaces de proyectar una pelota de ping-pong metros y metros...

¡Ánimo, Hombre Malo!

Somófrates ha osado. 22 de Septiembre 2004 a las 10:31 AM

xDDDDD Genial... ¿nos das la tarjetita a nosotros también? Aunque sólo sea para perfeccionarnos...

Jarry ha osado. 22 de Septiembre 2004 a las 05:21 PM

thieves...

the thief ha osado. 28 de Enero 2005 a las 12:56 PM
Enfréntate al Hombre Malo por tu cuenta y riesgo