Estamos aquí reunidos para rendir tributo a Fermín Pálido, gran pensador y mejor hombre. A un año de su desafortunado deceso, su vida y su ejemplo nos quedan como un referente, un faro que nos guía en estos oscuros tiempos en los que ya no se aprecia a un verdadero hombre de letras, un innovador como lo fue Fermín.
Preocupado desde muy joven por el dilema de la inmediatez en la percepción de la palabra escrita, su obra temprana esta teñida de la desesperanza y el desasosiego que le produce al joven Fermín la distorsión del mensaje por la perdida de contexto. Obras como "Mis Vacaciones de Verano", "La Vida del Caudillo" o "Lo que quiero ser de mayor" se encuentran preñadas de esta sensación de perdida, son trabajos rápidos y escuetos que buscan hacer desaparecer el muro que separa al autor del receptor de la obra. El intento es fallido, su publico no le comprende y la critica es feroz: "Esto parece escrito por un niño de parvulario" "Esta lleno de faltas" o "Se lo has copiado a Ruperez ¿te crees que me chupo el dedo?" son solo algunas de las demoledoras criticas a las que tuvo que enfrentarse la joven promesa. Fermín abandono el medio escrito y abrazo las artes declamativas.
Es en este campo en el que nosotros le conoceríamos. Su aguda mente y su verbo fluido nos hacían pensar y nos ofrecían respuestas a los dilemas del hombre moderno.
"A esa tía me la follaba"
Ese fue el primer gran éxito de publico de Fermín, tanto que hubo de repetirlo en infinidad de ocasiones, asentándole en el imaginario de sus seguidores como una suerte de nuevo Rousseau que plantea las bases de la unión del individuo entre si y con la entelequia-sociedad. Otras variacciones son "Que par de tetas tiene esa", "La Ramirez tiene una cara de vicio que no se aguanta" y, en una vertiente mas política, arriesgada para los cánones de la época "Niña, te echaba cuatro sin sacarla".
Tras esta etapa de éxito, vino el servicio de armas. Poco se conoce del oscuro periodo de Fermín en el ejercito, pero a no pocos literatos el contacto con la guerra les ha cambiado. Fermín no fue diferente, y tras su periplo militar realizaría una de sus obras con mayor impacto:
"A mas de uno le metía yo dos ostias"
Decidido a encauzar su vida y rechazando los caducos esquemas del establishment académico, Fermín toma la radical decisión de no optar ni a una cátedra ni perseguir el beneficio económico de las tablas. En lugar de eso, entra como bedel en el Banco Exterior de Comercio, donde sabe que encontrara foro para divulgar su arte. De este periodo son:
"Pues el Madrid parece que va bien este año"
"Lo que hace falta es mas mano dura"
Y, sobre todo "Si Don Manuel, como usted diga Don Manuel"
Es esta ultima obra la que le seguirá, con éxito de critica y publico durante el resto de su vida.
En paralelo, experimentaba Fermín con nuevos registros y públicos. En pos de una mayor compenetración con dicho publico, el autor compromete su arte y realiza algunas obras de marcado caracter comercial como "Si yo te quiero, cariño", "Que ojos mas bonitos tienes" y finalmente "Si, quiero", obra esta ultima que el publico aclama pero que decepciono a sus mas fieles seguidores. A estos pronto dedica "En mi casa mando yo, y para eso llevamos los hombres hebilla en el cinturón", obra rompedora que de nuevo confirmo a Fermín Pálido como el nombre mas en boca entre la vanguardia.
Ya un artista respetado y querido, con un publico fiel, Fermín recoge las mieles del éxito y durante 30 años desempeñara su labor educadora. "Tu a mi no me contestas así", "Toma puta", "A donde coño te crees que vas vestida así" o la inmortal "Si no te gusta no haberte casado" son obras de un autor ya maduro y firme en sus convicciones, que pavimentan la carretera a la inmortalidad. Pero aun nos reservaba una sorpresa Fermín:
"Ya era hora"
Esta obra representada varias veces por el autor y sus seguidores auna el sentir del pensador frente el paso del tiempo, y el alivio que siente al ver sombras que le recuerdan al pasado en que nació su arte. Montejurra, los abogados de la Calle Atocha o la asonada militar del 23 de Febrero son solo disculpas para que el autor nos haga reflexionar sobre si la sociedad cambia demasiado aprisa, amen de manifestar su placer estético por la rememoración de ese pasado castrense que tanto le toco, como a Conrad su vida marinera.
El problema de la guerra entre sexos ("La culpa es de los padres, que las visten como putas") o la transculturalización de elementos ajenos ("Putos moros") ocupan la obra de Fermín durante las ultimas dos décadas de su vida. Finalmente fallece, no sin antes gozar del placer de ver como su descendencia, su hija Maria Luisa, sigue sus pasos y en su lecho de muerte, al oído, le dedica a Fermín un emotivo homenaje:
"Ahí te pudras viejo cabrón"
El Hombre Malo pisoteó nuestros corazones en 10 de Septiembre 2004 a las 05:31 PMEstupendo! Simplemente fantabuloso! Aprovechas que acabo de quitar tu puñetero cromo porque ni habías estrenado el blog para escribir.
Pues nada, que sepas que me parece cojonudo; pero no pienso poner el cromo hasta que lleves por lo menos dos docenas de posts, que viendo el ritmo que llevas será allá por el 2015.
¡Milagro! ¡Milagro! :D
Puto gordo de mierda. Es como Silent Bob. Se tira toda la puta vida callado para luego darnos el susto.
Somófrates ha osado. 10 de Septiembre 2004 a las 08:45 PM¡Albricias! ¡Zapatiestas! y otras 26 exclamaciones entre medias que no grito porque seguro que esto lo leen niños.
Germán ha osado. 10 de Septiembre 2004 a las 10:14 PM"Tribute" en inglés sí significa homenaje, pero en español el uso de la palbra tributo para lo mismo es erróneo.
Por lo demás, te juntas con gente muy mala para tu reputación.
Adrián ha osado. 10 de Septiembre 2004 a las 10:44 PMOh mierda... comienzo mi andadura con un barbarismo.
El Hombre Malo ha osado. 10 de Septiembre 2004 a las 10:47 PM
Yo que te iba a enlazar poniendo "Tanta maldad, tanta maldad, y luego nada"...ahora tendré que esperar a que escribas más cosas.